Bona Pasqua a tothom. Als que arriben els últims i als que arriben primers. A tots Jesus Ressucitat ens invita a participar de la seva vida. Com no podia ser d'altra manera torno a penjar el que escrivia fa segles St Joan Crisòstom.
Los invitados de Dios
Aquel que es piadoso, quien ama al Señor, que venga y guste del encanto de esta fiesta. Quien ha sido un siervo fiel, que entre con alegría en el gozo de su Maestro. Quien ha llevado el peso del ayuno, que venga y cobre su dinero.
Quien haya trabajado desde la primera hora, recibirá hoy el salario justo; quien haya venido a la hora tercia, se regocijará en la acción de gracias; quien haya llegado sólo después de la hora sexta, puede acercarse sin temor, que no será perjudicado; si alguien ha tardado hasta la hora nona, podrá venir sin ninguna vacilación; el obrero de la undécima hora no sufrirá por su retraso.
Porque el Señor es liberal: recibe al último como al primero; concede el descanso al obrero de la undécima hora como a aquel que se puso a trabajar desde el amanecer. Da su gracia al último y colma al primero; da a éste sin olvidar a aquel; no mira sólo la obra, sino que penetra la intención.
Entrad todos en el gozo de vuestro Maestro: primeros y segundos, recibid la recompensa; ricos y pobres, cantad al unísono; abstinentes u ociosos, festejad este día; que hayáis ayunado o no, ¡regocijaos hoy!
El banquete está listo; venid, pues, todos. El ternero cebado, servido está; todos serán saciados. Comed deliciosamente en el banquete de la fe; venid y tomad las riquezas de la bondad.
Que nadie llore su pobreza: se nos ha abierto a todos el reino; que nadie deplore sus pecados: el perdón se ha levantado de la tumba; que nadie tema a la muerte: la del Señor nos ha hecho libres; él la ha vencido cuando ella le tenía encadenado; lanzó en el pavor a quienes habían tocado su carne.
Isaías lo había previsto, gritando a los cuatro vientos: «El infierno se estremece al salir a tu encuentro» (Is 14,9). Se estremeció porque fue vencido; se entristeció porque fue burlado. El infierno tomó un cuerpo, y se encontró ante Dios; tomó la tierra y encontró el cielo; tomó lo visible, para caer en lo invisible.
«Muerte, ¿dónde está tu victoria?
Muerte, ¿dónde está tu aguijón?»
(1 Cor 15,55)
Cristo ha resucitado y tú has sido vencida. Cristo ha resucitado y los demonios han caído; Cristo ha resucitado y los ángeles están alegres; Cristo ha resucitado y todos los muertos dejan la tumba. Sí, Cristo ha resucitado de entre los muertos, primicias de quienes duermen.
¡A él, gloria y poder por los siglos de los siglos! Amén
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